Ver los cambios
En memoria de don José Antonio Loarte.- Zartán
He estado una buena temporada sin escribir aquí, no ha sido por falta de cariño ni a Agustina ni a tantos otros que pululan por estos páramos. Ha sido una especie de cansancio que me llevó a gritar “satis de hoc”, ¡Ya está bien! ¡No quiero más comentarios sobre el opus! Necesito una temporada para airearme. Pero, siempre hay un pero, que en este caso ha sido el mismo Fernando Ocariz al afirmar que todos los días llegan náufragos pidiendo que los suban de nuevo a la barca y que han pedido perdón a varias personas que se han acercado a la oficina de reparación y con las que habían llegado a un acuerdo tal como nos cuenta JasonJonas y sin entrar en más detalles, incluso en el detalle de si eso es cierto o no, digo que me alegro mucho de que, al menos a esas personas, les hayan pedido perdón personalmente y en concreto.
Como saben los que me conocen, soy un asqueroso y pertinaz optimista y supongo que, al pedirles perdón, esos afortunados se habrán puesto muy felices, habrá sido como un bálsamo para las posibles heridas, habrán recibido una pomposa y generosa compensación económica si era el caso y luego, todos (perdonados y perdonantes) habrán salido a los caminos a comunicar a los cuatro vientos el magno evento.
Resulta raro que nadie lo haya publicado aquí, tal vez los perdonantes no frecuentaban esta página. Y es que, pertinaz optimista o no, a uno le falta poder comprobar el hecho, vamos algo como “Me llamo Fulgencio, fui numerata por tantos años, me pusieron de patitas en la calle y ahora me han pedido perdón por haberse equivocado al creer que tenía vocación. Me han resarcido los gastos que hice con psicoteracacas. Estoy feliz y agradecido a este nuevo opus”. Tal vez en algún medio de comunicación (güeb) podrían haber dado algún dato, claro que sin nombres pero algo. Algo que enardeciera a los IN y calmara un poco a los EX.
Se echa de menos algo como lo que hacía don José Antonio Loarte en Crónica: dos pinceladas geográficas y una florecilla espiritual, que nadie lo va a poner en duda, que todos queremos creer que las cosas se están arreglando o que todos queremos que se arreglen. Una idea de cómo podría ser “Fulgencio fue numerata desde los catorce y medio hasta los treinta. Los directores se dieron cuenta de que -a pesar del sincero esfuerzo de Fulgencio- no tenía vocación y con mucha caridad le sugirieron que solicitase la dispensa. Fulgencio, obediente como siempre, lo hizo y dejó la barca pero, como pasa con casi todos los que la dejan, fue a chocar de morros con un pedazo enorme de rejalgar, pasó por los psicotiracacas, pasó por el alcohol, se echó una novia que lo introdujo en la droga y terminó teniendo que cumplir condena de cárcel por unos pequeños robos que hizo para costearse la droga. En la cárcel participó en los medios de formación que se organizaron desde un centro cercano y finalmente recibió su epifanía en la que vio lo bien que la obra lo había tratado. Desde la oficina de arreglar entuertos lo han contactado, le han pedido perdón por decirle con 14,5 que tenía vocación y con 30 que no la tenía y ayudado a buscar trabajo. Hoy se desempeña como guarda-coches en un McDonald, está feliz y agradecido”.
Feliz con el hecho de que haya personas que se presentan en la oficina de arreglar entuertos (por cierto, en mi país no la hay) pero ¿Qué pasa con quien no se puede presentar? Y no me refiero solo a los que físicamente no pueden hacerlo por no tener oficina cerca (aquí habrá al menos ochocientos o mil personas dispuestas a pasar por esa oficina y os he dicho un millón de veces que yo no exagero jamás). Con los que no pueden pasar por la oficina también me refiero a los que fueron y ya no están en este barrio tipo Elena Longo, don Antonio Petit, don Danilo, etc., etc. ¡Ah!, y no os olvidéis de Camilo Lucena, sería de verdad muy bonito el gesto.
Desde mi selva y dando gracias por haber salido de las garras del cangrejo y de otras alimañas, os mando un abrazo de oso a cada uno.
Zartán
El Opus tiene archivos guardados con información...- Guillaume
Gareth Gore: “El Opus tiene archivos guardados con información realmente personal sobre personas influyentes”
El periodista británico vino a España a investigar la caída del Banco Popular y se encontró con una historia de ingeniería financiera, poder y auge de una élite de extrema derecha protagonizada por el Opus Dei.
Yago Álvarez Barba 12/10/2024
Eso de que “el Banco Popular es el banco del Opus” era una frase que se decía mucho dentro y fuera del mundo financiero, era vox populi. A nadie le impresionaba ni asustaba que una orden religiosa de élites económicas controlara uno de los principales bancos del país. No lo hacía porque un banco no es lo único que controlan los tentáculos de poder del Opus Dei que abrazan con fuerza las esferas empresariales y políticas españolas. Pero un día el Banco Popular, cerca de la quiebra, fue intervenido, sus acciones expropiadas y vendidas al Banco Santander por un euro.
Gareth Gore, periodista británico especializado en el mundo financiero, vino a España a cubrir e investigar la caída de la entidad, tal y como llevaba haciendo años en otros países y otras crisis financieras. Entrevistó a muchos accionistas del Popular muy cabreados con lo ocurrido. Todos planeaban organizar demandas colectivas contra la dirección del banco y las autoridades que habían permitido que todo ocurriera y que, más tarde, habían dado luz verde a la intervención y venta en una sola noche. Todos menos un grupo. Un 10% del banco, un porcentaje que da mucho poder al que lo ostenta, estaba en mano de una unión de accionistas bajo el nombre “La Sindicatura”. Al investigar por qué esa gente no se quejaba, indagó en su origen y se acabó encontrando una respuesta que le fascinó: “Son el Opus Dei”.
Artículo completo en El Salto
El circo del Opus.- Ramana
EL CIRCO DEL OPUS
Cada semana surgen novedades,
Raro el día sin pérfidas noticias,
Embustes, trapisondas y sevicias,
Crónica de un solar rico en maldades.
El viento se transforma en tempestades,
Navegan entre pifias crediticias,
Legislaciones, bulas pontificias,
Opus Nigrum, perito en necedades.
Sin estatutos, Banca, ni auxiliares,
El tinglado “iam foetet”, moribundo.
No quieren aprender de sus errores.
Al Papa, ya le llega el nauseabundo
Nebuloso tufillo de estos lores
“obsexos” en sus hábitos talares:
Sepulcros blanquecinos de inframundo.
Ramana
Así crece el Opus Dei en Galicia con dinero público.- Guillaume
Así crece el Opus Dei en Galicia con dinero público: colegios, residencias y asociaciones juveniles
La empresa Fomento de Centros de Enseñanza es canalizadora de al menos cuatro conciertos públicos para sendos colegios en Vigo y A Coruña. Además, la Obra controla varias asociaciones juveniles y residencias universitarias en Santiago.
Javier H. Rodríguez
La Prelatura de la Santa Cruz y del Opus Dei lleva presente en Galicia casi desde que Josemaría Escrivá de Balaguer la fundara en mayo de 1928. De hecho, su oficialidad ante la Iglesia Católica fue rubricada por el entonces obispo de Madrid, oriundo de Vigo y clérigo influyente en la iglesia gallega, Leopoldo Eijo Garay. El mismo obispo que también elaboró la histórica Carta colectiva de los obispos españoles con motivo de la guerra en España en la que la Iglesia, en plena Guerra Civil, aceptaba subordinarse a las órdenes del dictador Francisco Franco y mostraba públicamente su lealtad al golpe de Estado.
Ha pasado casi un siglo de todo aquello y las formas en las que la Obra se esparce en Galicia han mutado. También el modo en que se financia y cómo consigue llegar a todas las capas de la infancia y la juventud. Hoy, la empresa Fomento de Centros de Enseñanza acumula al menos cuatro conciertos públicos para sendos colegios en Vigo y A Coruña. Además, varias asociaciones juveniles y residencias universitarias consiguen cubrir el periodo completo de la juventud donde se dan, fundamentalmente, la mayor parte de las captaciones.
Artículo completo en El Salto
Correos
Anteriores
Ir
a la correspondencia del día
Ir a la nuevaweb