Con
San Josemaría se posiciona el Opus Dei
Por: Guillermo García Oropeza
23-10-2002
Publicado en Siempre!, México
Hay una curiosa teoría del funcionamiento del mundo
que está de moda entre muchos modernos pero que coincide
con el budismo: todo, todo está interconectado y una
mariposa que bate sus alas en la selva amazónica puede
provocar una tormenta en el Caribe. Viene esto a cuento porque
una canonización que se llevó a cabo en Roma,
hace unos días, puede tener consecuencias en la ya
agitada e inestable vida nacional. Se trata, claro, de la
elevación a los altares de Josemaría Escrivá
de Balaguer, Marqués de Peralta, fundador del Opus
Dei.
Para los espíritus volterianos una canonización
es un rito lejano y exótico: una comisión de
hombres que jamás han estado en el cielo certifican,
sin embargo, que el candidato a santo está, por decreto,
en ese maravilloso lugar que tampoco se sabe dónde
está y para lo cual se realiza una investigación
de documentos que pueden tener siglos de escritos y de milagros
realizados.
Antes de los tiempos wojtylianos las canonizaciones eran
lentas (Juana de Arco tardó 489 años en pasar
de la hoguera a los altares) y duras ya que existía
un terrible fiscal: el abogado del Diablo, mas el modernizador
papa actual ha facilitado las cosas y así Juan Diego
pasó con papeles muy dudosos y Escrivá llega
a santo en sólo 27 años y, además, con
milagros que podríamos llamar "light". Por
cierto que uno de ellos resulta de lo más curioso y
es que una devota del "Padre", como le llaman los
de la Obra (yo, ignorante pensaba que el Padre era la primera
persona de la Trinidad), le quitó al marido de la devota,
diríamos en México, lo "coscolino".
Portento que, de saberse entre las señoras, hará
a San Josemaría tan popular como San Antonio de Padua.
La Obra que, al parecer, rescató al comprometido Vaticano
en aquel embrollo en el 82, cuando la quiebra del Banco Ambrosiano
donde fue protagonista financiero monseñor Marcinkus
y las víctimas el suicidado banquero Roberto Calvi...
y el pobre papa Juan Pablo I que quería, ingenuamente,
enderezar las cosas. Y es que el Opus, que como organización
merece ser estudiada, es quizá perversa pero genial.
San Josemaría, combinando un franquismo aristocrático
con la mentalidad tecnócrata, manejó de la educación,
medios y del snobismo, fundó un imperio financiero
que domina a España y que se "posiciona"
peligrosamente en México para la reconquista. Es indudable
que la canonización de Escrivá por "fast
track" nos indica la fuerza del Opus en Roma donde, me
temo, pondrán al próximo papa.
Mientras que en el México de Fox y de Marta, la canonización
le da al Opus una curiosa ventaja sobre su competencia directa,
los Legionarios de Marcial Maciel cuya futura canonización,
para lograr el empate, parecería muy difícil
por aquello de lo que ya saben ustedes, difícil pero
no imposible, ya que como dicen los políticos "el
dinero no es Dios pero sí hace milagros".
Arriba
Volver a Recortes
de prensa
Ir a la página
principal
|