Así crece el Opus Dei en Galicia con dinero público: colegios, residencias y asociaciones juveniles

La empresa Fomento de Centros de Enseñanza es canalizadora de al menos cuatro conciertos públicos para sendos colegios en Vigo y A Coruña. Además, la Obra controla varias asociaciones juveniles y residencias universitarias en Santiago.

Javier H. Rodríguez

La Prelatura de la Santa Cruz y del Opus Dei lleva presente en Galicia casi desde que Josemaría Escrivá de Balaguer la fundara en mayo de 1928. De hecho, su oficialidad ante la Iglesia Católica fue rubricada por el entonces obispo de Madrid, oriundo de Vigo y clérigo influyente en la iglesia gallega, Leopoldo Eijo Garay. El mismo obispo que también elaboró la histórica  Carta colectiva de los obispos españoles con motivo de la guerra en España en la que la Iglesia, en plena Guerra Civil, aceptaba subordinarse a las órdenes del dictador Francisco Franco y mostraba públicamente su lealtad al golpe de Estado.

Ha pasado casi un siglo de todo aquello y las formas en las que la Obra se esparce en Galicia han mutado. También el modo en que se financia y cómo consigue llegar a todas las capas de la infancia y la juventud. Hoy, la empresa Fomento de Centros de Enseñanza acumula al menos cuatro conciertos públicos para sendos colegios en Vigo y A Coruña. Además, varias asociaciones juveniles y residencias universitarias consiguen cubrir el periodo completo de la juventud donde se dan, fundamentalmente, la mayor parte de las captaciones.

Artículo completo en El Salto

Escuelas infantiles, 90 colegios y tres universidades: el millonario imperio educativo del Opus en España

Daniel Sánchez Caballero / Jesús Bastante

La prelatura difunde su mensaje a través de escuelas e institutos agrupados en cuatro grandes grupos y tres universidades; el alumnado en estos centros recibe la formación religiosa 'estándar', pero también las 'preceptuaciones', una especie de tutorías entre el 'coaching' y el proselitismo.

Un pequeño imperio que factura cerca de mil millones al año en conjunto –la mayor parte a través de la Universidad de Navarra– y que abarca todo el periplo educativo, desde el que la Obra trata de expandir su influencia social y su manera de entender el mundo, explican sociólogos que han estudiado a la institución que fundó Josémaría Escrivá de Balaguer. Ni siquiera hace falta ser un experto en estos centros, toda la información está recogida en las webs de las cuatro principales empresas que alimentan la red educativa del Opus: Fomento de Centros de Enseñanza, Attendis, COAS y la Institució Familiar d'Educación.

[…]

“[La preceptuación] Es una idea muy buena, pero que a lo largo de los años, llevada al extremo, puede utilizarse de manera perversa, terminando en abusos de poder y psicológicos”, recalcan algunos ex miembros del Opus Dei, que añaden que la preceptuación es, también un modo de “enganchar” a los alumnos, y a sus familias (especialmente en el caso de las que no formaran parte del Opus, pero sí quisieran que sus hijos estudiasen en estos centros) a través de clubs de bachilleres y otras fórmulas que, explican, “puede convertirse en proselitismo” o, al menos en “posiciones de superioridad moral” que llevan a que los alumnos se sientan obligados a tomar una opción más allá de lo educativo.

[…]

Artículo completo en El Diario

Algunas de las cosas que, estando en el opus, siempre sentí más absurdas y/o detestaba desde muy pronto:

1) Las falsas y cansinas tertulias generales con el Padre, cuando venía a ver sus hijos de una determinada región/delegación.
2) Los formales aplausos fingidos, particularmente cuando entraba y salía. Así como sus vacuas palabras y el aspecto de tantos numerarios tomando nota de tanta vaguedad teñida de ascetismo sonriente.
3) Las tontas (y tontos) canciones de casa.
4) El repetitivo estudio de ese catecismo infumable.
5) Las cuasi-obligatorias meriendas y, en cambio, los cuasi-prohibidos almuerzos (llamados medias-mañanas).
6) La obligación de “esconderse y desaparecer” ante la honorable administración que nos atendía/cuidaba/mimaba.
7) La prohibición de la siempre reconfortante siesta.
8) El tener que consultar todo o casi todo.
9) Los periódicos y revistas oficiales en la sala de estar.
10) Los cuadros de Nuestro Padre a diestra y siniestra y las colecciones de estampas, hojas informativas y parafernalia general “de familia”.
11) Los despachos en la delegación.
12) Las interminables reuniones semanales de y con los encargados de grupo, etc. con el ceéle correspondiente de cada centro.
13) Los protocolos internos de puertas, ventanas, persianas, etc. Sobre todo si había un numerario talibán -“policía de la moral”- viviendo en el centro.
14) La preguntita... “¿se hace mucha corrección fraterna”?
15) El recelo constante, cuando no persecución, a un razonable “apostolado de pata libre”.

Y podríamos seguir, pero esos siempre me resultaron especialmente desagradables. ¿Y a tí, cuáles fueron?

CRNUMEROBAJO

La Opurs Days es, en pocas palabras, un movimiento confesional y provinciano con ínfulas que en su expansión, p''acá y p''allá, se estableció, con una muy irregular presencia numérica, en, eso sí, muchos países.

¿Hoy? Hoy es una mastodóntica antigualla sin aliento que anda para atrás, replegándose. Y aunque para este repliegue utilicen eufemismos (racionalización, reunificación y bla, bla), lo cierto es que está boqueando, llegando a su fin. Por ejemplo: el sedicente "prelado" ha puesto en marcha una nueva "región" que reúne las anteriores unidades administrativas de Alemania, Austria/ Hungría/ Rumanía y Suiza. Ahora, pasan a ser una única región que se llama «Europa Central». Pero, ya que estamos ¿por qué no incluye Groenlandia/ Australia/ Estados Unidos de Norteamérica/ Andorra/ la Baja Edad Media y medio kilo de morcillas de Huesca? Total, qué más da... Y que se llame «Champion League Imperium In Aeternum», o algo así: pelín rimbombante o campanudo pero sin pasarse, eufónico en suma... Algo muy de Casa (Nostra... Capisci?).

¡Quién te ha visto y quién te ve! ¿Qué fue de aquello de “darle la vuelta al mundo como a un calcetín”? Un calcetín... Vale que descuiden al prójimo, que engañen, coarten, extorsionen... Pero, caramba, los símiles hay que cuidarlos más, reflexionar antes de soltarlos así como así por muy rendido que esté el auditorio. Un calcetín...

En fin, de mi paso por la Doris Day me quedo con la gracia que me hacía, cuando perteneciendo yo a ellos y siendo además alumno de en un colegio de los suyos, mis compañeros de clase —siempre fueron afectuosos y respetuosos para conmigo— exclamaban en clase ante cualquier mínimo alboroto: ¿¿Opusdeis callar!! u ¿¿Opusdeis sentar!! Yo qué sé, me hacía mucha gracia... Tenían arte.

Y si no lo veis así (lo de provinciano con ínfulas) ¿opusdeis manifestar al respecto?

Luxindex

Las cuentas y los cuentos del opusdei

CRNUMEROBAJO, 27/04/2024

 Una vez le oí a un director regional repetir una frase que había oído, a su vez, a otro director local o regional. Uno de esos míticos personajes de la labor de los setenta-ochenta en España: “En el Opus dei no nos interesan los números (… según dijo Escrivá), pero los llevamos a rajatabla” (a rajatabla: de manera estricta y sin concesiones).

Ambas apreciaciones son mitad verdad, mitad falsedad. Veámoslo.

Primero: la cifra oficial de miembros. ¿Se conoce? ¿es cierta la que se afirma? ¿Se difunde verazmente? ¿Está redondeada al alza? Si es falsa: ¿Por qué?...

Del opuslibres: homenaje a Opuslibros, las Ágoras y sus personas

CRNUMEROBAJO, 7/02/2024

Pasó, en cierta manera, la primera época de la denuncia rabiosa; lo digo sin pretender dar una visión negativa, por cuanto quien así lo denunciaba, lo hacía porque no había dónde ir con paz, pues era echado de la obra con rencor y falta de misericordia, aislándolo: ¿qué menos que sentir rabia e impotencia? Inmediatamente llegó la época de las evidencias documentales, como muestra de la cara-oculta del opus; también combatidas con malas artes desde el otro lado. Luego llegó el tiempo de las (miles) de denuncias personales individuales, separadas y un tanto desconectadas; contra la que poco pudieron… en parte porque en un corto espacio de tiempo, estas se convirtieron en decenas, centenas y miles. Ahora estamos en el momento de los testimonios concatenados, asamblearios, dolientes y cruzados. Primero entre sí y después con todos los anteriores y, en particular, con otros que habían quedado en el interior de la conciencia de muchos de nosotros, silentes durante años. Con esta ola ya no solo no pueden nada, sino que les inunda todas sus galerías (y las de la Iglesia)...

“A Pamplona hemos de ir…” dice la tonadilla y se decía, medio en broma con respecto las/os numerarias/os pensando que, en un momento u otro, todos tendrían que acudir a la clínica a curar sus dolencias…

Pues bien, a Pamplona volví hace poco, todavía siendo numerario, pero muchos años después de irme tras hacer allí la carrera y el centro de estudios. No fui a la clínica a curarme de nada. Sino que durante varias semanas consecutivas acudí con motivo de diversos encuentros profesionales. Aproveché para volver a visitar los lugares de mis estudios: la biblioteca, el poliderPortillo (o polideportrigo), los oratorios del Central, las cafeterías como el Faustino y el Manolo, etc., (lugares que muchos de vosotros ni conocéis ni os importan, pero donde se vivía la vida universitaria de los años 80-90). Muchos de estos lugares estaban muy transformados y ahora eran lugares más fríos e impersonales, también más grandes. Otros eran nuevos espacios en nuevos edificios por los que no transité en aquellos años de formación y deformación.

En particular visité el oratorio del edificio central, que seguía prácticamente igual a como estaba entonces. Era como un oratorio de centro, pero un poco más grande. Ahí íbamos a Misa cuando había clase y no se podía ir a la del centro propio. La curiosidad es que coincidían numerarios y numerarias, con supernumerarios y supernumerarias, agregados y agregadas y, luego, algún “despistado/a” (entre ellas una chica que siempre estaba a ver si pillaba a algún numerario ingenuo. Tras intentarlo con varios, acabó sacando a uno y casándose con él). La misa en ese lugar era, siempre, muy opusdeística. Incluso no estaba mal visto ir con el Misal y rezar el trium puerorum de pie (pero no todos juntos, claro…). Ahí atendía, en tiempos, el sacerdote secretario de la delegación los asuntos “de espiritu”, los escrúpulos personales y los posibles líos diversos que ocurrían en ese campus mixto. En cambio, en los oratorios de Arquitectura y en otros, todo era algo más suelto. Entonces había cuatro (y la clínica). Poco después se hicieron dos más (Derecho y Comunicación); ahora hay, al menos, otros dos. Es decir, calculo que a diario en el campus de Pamplona se celebran unas diez u once misas.

Pero, aunque visitara el central, acudí a Misa a un oratorio que no conocía, pero cuyo horario me convenía en ese momento: el de la nueva biblioteca, finalizada a finales del siglo XX y que, por eso, no había conocido: un oratorio algo mayor de los anteriores y más concurrido, pues el lugar es más céntrico en el campus. En misa seríamos unas 25-30 personas; quizá un poco más.

Yo estaba en fase de salirme del opus, así que veía todo con cierto desprendimiento y displicencia; a veces, incluso, con un tímido asco. La sensación global de examen de salida era muy grande. En tal tesitura, tuve un déjà-vu limitado. Me explico. Por lo de limitado.

Me encontré, tras casi veinte años, con el mismo estilo de comportarse y de vestir en conjunto. No idéntico –las modas algo cambian–, pero la misma traza: mucho barbour, pañuelitos y blusas femeninas clásicas, algún husky, vaqueros y chinos discretos y pesqueros, jerseys de colores lisos, chaquetas discretas, algo de gomina (todavía), náuticos, ropa de scalpers. Menos faldas, claro, y más pantalones discretos en las claras y rancias numerarias… Yo, viviendo en estos años en muchos lugares, había cambiado bastante y, por eso, ni siquiera me reconocieron algunos viejos conocidos; pero ellos –y todos los jóvenes nuevos– tenían la misma traza opusistica tipo “amo a Laura”. Por supuesto todo igual: los gestos, la forma de asistir a la Misa, el ayudante (un numerario o agregado renuente que tarda en salir) y su modo de ayudar, los colores, los olores. “Juntos, como hermanos” (y “miembros de una Iglesia”)… pero a la vez separados: tratando de guardar las distancias entre ellos y ellas y entre ellos y ellos… Paramnesia completa en este punto.

Todo era igual. ¿Todo, de verdad? No. No todo.

El sacerdote oficiante no era un numerario y, quizá, tampoco coadjutor agregado. Era un sacerdote iberoamericano más o menos joven y dinámico que, seguramente, estaba formándose en la Universidad. Quizá no fuera ni de la SSS+. Su clergyman era “circunstancial” y se notaba. Sus gestos y formas también lo delataban.

Los varios días que estuve ofreció unos pequeños sermones –todos los numerarios y agregados huíamos de curas que dieran misas con sermón en el campus– de 2 o 3 minutos. Bien dados, bonitos, sobrenaturales, centrados y misericordiosos. También celebró la misa de forma suelta, ligera y amable; sin las rigideces numeralísticas típicas y esas rúbricas frías y perfectas… Pero, sobre todo, cantó y animó a cantar canciones bonitas, de las de toda la vida, pero bien escogidas. El cantaba bien.

El déjà vu entró en discordancia interna. Por eso decía lo de limitado. El 95% de los asistentes, chicos y chicas y algún profesor/a de más o menos edad, no cantaron o lo hicieron tan tímidamente que no se les notaba que lo hacían (pero, a la vez, no desdecir del todo de tal “mandato” eclesial de cantar). Desacostumbrados y, a la vez, como vergonzosos y haciéndolo vergonzantemente. Un tenue hilo de voz que paraban en cuanto podía; particularmente tras comulgar… El otro 5% éramos, creo, personas libres que cantaban mejor o peor, pero que suponíamos una masa no suficiente para que los cantos fluyeran como si vinieran “con alegría, Señor…”.

Yo me puse a cantar bien entonado y de manera particularmente alta. Que se notara que había transitado por otros aires y el Señor me estaba llevando “a otra orilla”. Disfruté de, incluso, llamar la atención; de ser nuevo y distinto. De romper con esa parálisis ridícula. Canté especialmente antes y tras la comunión, mientras todo el mundo adoptaba las formas típicas de un centro: colocar los reclinatorios, poner la tela de protección de los brazos, recogerse de rodillas en el banco, etc.

Porque, como joven que fui del coro juvenil de una parroquia, con guitarras, chicas y chicos, ambiente fresco, siempre me llamó la atención que, en el opus, se despreciara esa forma de piedad popular –por más que algunas canciones fueran algo cursis–; que no se cantara todo eso, tanto fuera como dentro. Pero que, a la vez e incongruentemente, sí se cantara, gregario-gregorianamente, tantos salmos, reginas y salves en latín como si no hubiera un mañana. Solo algunos curas querían romper esa costra roñosa que había… generalmente sin conseguirlo.

Llevaba años asistiendo regularmente a Misa en parroquias diversas en los viajes y en la ciudad en la que vivía, pues esta apenas tenía atención sacerdotal en el centro. Así que, unos meses antes de irme del todo, esa fue mi pequeña venganza –lo hice con gusto y con buena intención; pero también por eso– frente a todo lo vivido. Canté y dí el cante

“ …con una media, con una media; con una media y un calcetín”.

Robredal

Anteriores:

Sucedió en Pamplona (I) alrededor de la Ermita del Amor. hermoso-a) 

Sucedió en Pamplona (II)… y no se contó. 

Más de veinte Universidades, cientos de colegios de educación separada (diferenciada), docenas de institutos para la mujer (no se admiten hombres) con el fin de captar auxiliares, y un selecto manojo de institutos empresariales superiores (sin dinero no se puede). En la otra vertiente, seminarios, facultades de teología, algunas iglesias.

El opus, por indicación expresa del fundador, y en casos por él mismo, ha montado o empujado a montar esta impresionante red internacional de centros educativos. Bajo el motto de “impulsados por los padres de familia”, en alguna de esas redes el website pone “El inspirador de nuestro ideal educativo es San Josemaría, fundador del Opus Dei.” La separación es reflejo de la separación entre hombres y mujeres que el fundador impuso en el opus, por la obsesión con el peligro de las interacciones sexuales o románticas entre miembros de ambas secciones. Por eso los talleres para hombres en Italia, o las escuelas de panadería y hostelería para mujeres en Filipinas, al igual que los colegios, son sólo para unos u otras. Las universidades e institutos empresariales no pueden seguir ese esquema, claro. Y no era infundado el temor del fundador, pues me constan de primera mano casos de numerario y numeraria que se han enamorado y dejado la cosa en una universidad obra corporativa.

Cuando trabajaba en los colegios o en la universidad de la obra, pensaba que estábamos tratando de generar una conciencia cristiana en los que habían de ser líderes. Estos, a su vez, contribuirían a la justicia social, y por lo tanto a una expansión del cristianismo hacia la sociedad. Este impacto había de descender desde allí a las clases menos favorecidas. En el proceso, ese ambiente cristiano produciría muchas más vocaciones, que luego continuarían esa expansión del espíritu cristiano por el mundo. Cabía preguntarse, a mí no se me ocurrió en esa época, por qué había que tener colegios, universidades, y demás, cuando “éramos el mundo” (cristianos corrientes en medio del mundo), y por lo tanto podríamos habernos ido como semilla a todas las instituciones ya existentes, y allí ser fermento, luz, sal de la tierra. Si mal no recuerdo esto era lo que al principio el fundador había dicho, y escrito en las reglas o ideas iniciales (los historiadores (f/m) aquí pueden darme una mano, si les apetece). Me imagino que se dio cuenta el fundador, que al igual que las órdenes religiosas o los partidos políticos era muy conveniente formar espacios burbuja para poder controlar la gente, los contenidos, las conductas, además de reducir el riesgo de flirteo.

Hoy en día, cuando hay cada vez menos numerarios y numerarias, y el opus en la iglesia no es un ente con la fuerza de laicos que nos habían hecho creer, me pregunto cómo se puede rescatar todo lo que esas instituciones hacen de bien, gracias a muchas personas que con excelente buena voluntad han dejado lo mejor de sí para sacarlas adelante, incluido yo.

El ideal cristiano, en líneas generales, es una cosa que me imagino que la iglesia y otras entidades proponen. El opus tiene su versión (que considera revelada por Dios al fundador), pero las acciones de sus directivos (electores, prelado, etc.,) son brutalmente contradictorias con tal espíritu, como ponen en evidencia cada día que pasa sin que reconozcan el daño hecho a las auxiliares, por ejemplo, y les paguen todo lo que les deben, con intereses y daños. Sin esa tangible acción, todo el aparente andamiaje de esas instituciones “inspiradas por san…” se viene abajo. No es más que una hipocresía como la que Jesús describe en Mateo capítulo 23.

Este tema da para mucho, y aquí estoy no más rasguñando la superficie. Miles y miles hemos pasado como alumnos, profesores, directivos, empleados, padres de familia, supernumerarios, y demás por esas instituciones. Cada país tiene sus legislaciones, variaciones políticas, y demás retos y oportunidades para esas instituciones. Si los miembros del opus se unieran como lo han hecho recientemente para discutir la venta de Castello di Urio, tal vez puedan encontrar, mediante una conversación franca y abierta, caminos para que esa enorme red educativa se salve del cáncer que carcome hoy día a la institución de su inspirador.

”Et pax Dei, quæ exuperat omnem sensum, custodiat corda vestra, et intelligentias vestras in Christo Jesu.” Y la paz de Dios, que supera todo entendimiento, csutodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Noob

María Olivia Mönckeberg: "Ahora noto más la relación entre lo que el Opus Dei cree y lo que quieren que practique todo un país"

Por Lissette Fossa

22/10/2023

"El Opus Dei sí que ha aumentado su influencia, me parece indudable", afirma la periodista y autora del libro El Imperio del Opus Dei en Chile, texto que ahora saca su tercera edición revisada y con menos páginas, aunque con información nueva sobre las donaciones que recibe el movimiento religioso ligado a la élite.

La periodista María Olivia Mönckeberg publicó en 2003 uno de sus libros más importantes y conocidos hasta la fecha: El Imperio del Opus Dei en Chile, a través de Editorial Debate, con miles de copias vendidas hasta hoy. En 2016, una versión actualizada también arrasó en las librerías. Veinte años después de esta primera edición, este mes la destacada comunicadora, ꟷPremio Nacional de Periodismo del 2009ꟷ, lanza una tercera edición de esta investigación, donde también aparece uno de los personajes más destacados del Opus Dei de los últimos años, el numerario Luis Silva Irarrázaval, consejero constitucional electo con la mayoría más alta en las elecciones de este año.

Artículo completo en Interferencia (Chile)

El Opus Dei, en la encrucijada

La sede principal del Opus Dei es un reflejo de su naturaleza, en el número 73 de la calle Bruno Buozzi, en el adinerado barrio romano de Parioli, podría ser invisible si uno pasa distraído. El antiguo palacio de la Embajada de Hungría ante la Santa Sede no muestra más que una fachada de ladrillo gris y una puerta tras la que aparece un recibidor con dos dispensarios con estampitas. Si uno avanza, sin embargo, ocho edificios interconectados componen el articulado de piedra del corazón de una de las organizaciones más influyentes de la Iglesia católica. El oratorio, inspirado en una basílica de la época romana, así como la tumba del fundador, san Josemaría Escrivá de Balaguer, y de su primer sucesor, Álvaro del Portillo, están excavados en el subsuelo en una virguería constructiva. Un universo nacido cuando el autor de Camino, cuaderno de bitácora de la Obra, decidió trasladarse a Roma para expandir su visión religiosa. La maqueta del J. J. Sister, el buque mixto de carga y pasajeros en el que emprendió aquel viaje un viernes 21 de junio de 1946, a las 17.46, desde el puerto de Barcelona, se encuentra en el salón que sirvió para las primeras tertulias y que sus sucesores siguen usando en la prelatura personal de la Santa Sede. Ahora, quizá más que nunca desde la fundación, con un Pontífice jesuita que ha diluido su jerarquía en la Iglesia universal, el Opus Dei se encuentra de nuevo en una encrucijada que marcará su futuro.

Reportaje completo en Informacion.center Semanal

El prelado del Opus Dei estará en Filipinas del 25 de julio al 5 de agosto.

Sólo una actividad de las que va a protagonizar me ha llamado la atención, las demás es más de lo mismo para quien le escuche: aburrimiento.

Pero creo que es la primera vez que se incluye en la agenda del prelado algo tan llamativo y tan fuera de lo habitual e incluso desconocido y excéntrico: “Mons. Ocariz también acudirá a visitar a enfermos y ancianos en diversos hogares de Manila”.

Me pregunto si habrá recibido una sesión de coaching o alguna medicación especial para soportarlo.

Un abrazo,

Agustina

Opus Dei  ¿Secta coercitiva dentro del catolicismo? En Youtube

La extraña doble vida de Robert Hanssen: el espía del Opus Dei hallado muerto en su celda

El Doctor Muerte, como le conocían sus compañeros del FBI, vendió información clasificada a la URSS y Rusia durante 23 años, gracias a la cual varios agentes de Estados Unidos fueron ejecutados

ISRAEL VIANA

Madrid 6/06/2023

Cuando los agentes del FBI rodearon a Robert Hanssen el 18 de febrero de 2001, después de dejar un paquete con información clasificada debajo del puente del parque Foxstone, en Virginia, el espía comentó con relativa tranquilidad: «Las pistolas no son necesarias». Y, cuando le pusieron las esposas añadió que, en realidad, llevaba tiempo esperando ese momento. Había pasado aquel domingo nublado y frío con su familia y con su amigo Jack Hoschouer, al que llevó al aeropuerto antes de ir a su despacho a recoger los archivos que estaba a punto de vender al Kremlin por última vez.

Artículo completo en ABC

A propósito de lo que publica El Diario sobre la resolución del Defensor del Pueblo de Navarra acerca de cómo los colegios del Opu$ inflan las notas de sus alumnos, puedo afirmar que es algo que no solo ocurre en Navarra.

Durante muchos años he sido uno de los responsables del desarrollo de las pruebas de selectividad en mi comunidad autónoma, y puedo afirmar que siempre nos llamaba la atención que la diferencia entre la nota que traían de sus colegios y la obtenida en selectividad era en general mucho mayor en los colegios privados que en los públicos, y mayor aún en los colegios de Fomento y similares. Es decir, la nota media obtenida en el colegio, que representaba un sesenta por ciento de la nota final, difería muchísimo de la que luego obtenían en selectividad (mucho más baja) que contaba solo un 40 por ciento. Con esto se conseguía subir fraudulentamente la nota final obtenida que es la que da acceso a las carreras más solicitadas y así poder seguir fardando de aristocracia de la inteligencia y memeces similares.

Para más inri, se daba el caso de que algunos colegios decían a los niños que no pusiesen en la pestaña de datos el nombre del colegio del que provenían, porque los correctores de selectividad probablemente seríamos unos rojos apóstatas que nos ensañaríamos con la pobre criatura cuando supiésemos de qué colegio venían. Esto resultaba absolutamente absurdo porque esa pestaña donde se consignan los datos se arranca antes de que el corrector tenga el examen, precisamente para mantener el anonimato, de modo que el corrector nunca sabe el nombre, ni el colegio, ni dato alguno sobre el perpetrador del examen. Pero como ellos están acostumbrados a hacer siempre trampa, les resulta difícil entender que otra gente haga las cosas bien y prefieren sembrar la sospecha en la mente de las tiernas criaturas.

El Opu$ se basa en grandes y pequeñas mentiras, esta es una de ellas. ¿O es solo una pillería más de las que tanto gustaban a €$crivá?

Jotaemeeme

El Defensor del Pueblo de Navarra alerta de que el Opus Dei infla las notas de Bachillerato en sus colegios

Una resolución destaca que los colegios del Opus Dei en la comunidad foral elevan de forma “artificiosa” las calificaciones de su alumnado en Bachillerato por ser muy superiores a las que luego obtienen en la EvAU

Rodrigo Saiz

4 de mayo de 2023

El Defensor del Pueblo de Navarra alerta en una resolución enviada al Departamento de Educación el 14 de febrero de 2023 de que los dos centros del Opus Dei inflan las notas de sus alumnos en Bachillerato, lo que, según apunta, “puede comprometer la efectividad de los principios de igualdad, mérito y capacidad, que rigen el acceso a la universidad”. Se trata de dos colegios, Irabia-Izaga y Miravalles-El Redín, a los que el Gobierno de Navarra dejará de financiar con dinero público el ciclo de Bachillerato a partir del próximo curso tras comprobar que siguen segregando por sexo en las aulas, separando a chicas y chicos en centros separados por varios kilómetros y situados en barrios distintos de Pamplona: mientras que los chicos estudian en Irabia y El Redín, las chicas lo hacen en Izaga y Miravalles.

Artículo completo en El Diario

Estimados Sres. Ocariz y demás sectarios/as adlateres:

¿Han visto vds. en Internet alguna página del estilo de Redentoristaslibros.com, Franciscanoslibros.com, Salesianoslibros.com, Agustinoslibros.com, Kikoslibros.com, Teresianaslibros.com, Dominicoslibros.com, Parrocoslibros.com, Cartujoslibros.com., Misioneroslibros.com, Carmelitaslibros.com, etc. etc. etc.?

¿No les parece vergonzoso que la única institución de la Iglesia Católica tenga una web de más de 20 años de duración en la que haya miles y miles de denuncias y testimonios en contra sea el Opus Dei? 

¿Eso no les dice nada, si es que a alguno de vds. le queda alguna neurona que funcione con normalidad, a pesar del terrible sectarismo que les afecta?

No creo que el jueguecito de yo te mando un papel, tu me lo corriges un poco y yo te mando unos comentarios sobre tus correcciones para seguir así indefinidamente sirva para algo. Vdes. están totalmente incapacitados para arreglar el Opus Dei. Creo que solo una intervención seria de la Iglesia que tome el mando en el Opus Dei, efectivo y radical, con todas sus consecuencias, podría arreglarlo... si es que tiene arreglo, antes de verse el la tesitura de borrarlo del mapa y que cada miembro se busque la vida previo pago de justas indemnizaciones.

Orange

Saludos efusivo para todos. Se me ocurre una idea que muchos y probablemente yo mismo podríamos calificar de peregrina.

Pienso el las famosas LISTAS DE PITABLES

Creéis posible que si hoy día, tal como están las cosas, se les hablara para pitar a tipos con personalidades muy parecidas a Simon Pedro, Saulo de Tarso, Santiago el Menor, Juan Evangelista, Judas Iscariote, Tomás "el mellizo", Mateo el Publicano, Santiago "hijo del trueno", Atanasio, Agustín de Hipona, Teresa de Jesús y otros parecidos, ¿se decidirán a escribir una carta a Ocariz, pidiendo su admisión en el Opus Dei?

Es más, ¿creéis que Jesucristo podría querer meterse en el Opus Dei?

Orange

Acabo de encontrar un artículo de un centro de investigación de una universidad jesuita que presenta claramente los datos históricos y actuales sobre el número de miembros de esta orden religiosa.

El artículo empieza así:

“Los jesuitas son la mayor orden religiosa del mundo, con ministerios activos en seis continentes. Sus números no dejaron de crecer desde su restauración en 1814 hasta 1965, cuando alcanzaron su máximo de 36.000 miembros. Desde 1965, el número total de jesuitas en todo el mundo ha bajado a 14.839 en 2020 (…)

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En vísperas del congreso extraordinario, sondeo a pie de calle

María del Prado, 12/04/2023

Tal si de unas elecciones se tratase se me ocurrió hacer un sondeo sobre el interés del Opus Dei y de Opuslibros en internet en vísperas del congreso extraordinario. No es que yo sea especialista en el tema, pero partiendo de los pocos conocimientos que tengo sobre gestión de tráfico en la red acudí a Google Trends y a otra web de análisis similar.

Los datos aportan muchas luces, en primer lugar, es importante el contexto. Domingo de Resurrección final de vacaciones, agotando las últimas horas de descanso o en viaje de retorno. Un tiempo fantástico para emplearlo en surfear por la web.

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Mujeres del Opus Dei en México.
Entre la modernidad y el retorno a la tradición (1949-1970)

Virginia ÁVILA GARCÍA, 2019

[…]

La Iglesia recibió mensajes de acercamiento con el poder político para implementar los cambios. A partir de entonces, los desencuentros entre poderes civiles y eclesiásticos fueron de baja intensidad y con mutua y oculta tolerancia en lo que se denominó modus vivendi. Este entendimiento entre el gobierno y la Iglesia católica mayoritaria duró cincuenta años en un periodo que va de los años cuarenta hasta 1992. De esta manera, la Iglesia Católica actuó con mayor libertad, pero con cautela y comenzó a recuperar espacios en la vida social al reclutar a grupos de fieles con una formación religiosa acorde con el carisma propio.

En este contexto llegó a México la propuesta llamativa y exclusiva para los elegidos del carisma del Opus Dei, sustentada en el bien hacer del trabajo cotidiano y el apostolado entre iguales ofrecidos a Dios para construir en la Tierra un camino hacia la santidad. Entre sus fines ocultos y muy mundanos se propusieron llegar a las personas y familias con alto poder adquisitivo y poder político para implementar relaciones de negocios, de cara a aprovechar el llamado desarrollismo que el presidente Miguel Alemán encabezó.

[…]

Artículo completo en PDF

Después de tantos años fuera, el Opus Dei me parece un asunto menor e insignificante dentro de la Iglesia... y fuera de ella, algo yo diría que prácticamente inexistente. Un pequeño agujerito donde están metidos los que son y los que no son. A estas alturas se están empezando a caer de verdad a pedazos todas sus viles caretas.

El prelado me parece un hombre digno de lástima.

La cúpula directiva un ejemplo insuperable de lo que debe ser una secta con los cerebros totalmente congelados.

El lío jurídico/canónico, un culebrón de la peor especie al que no merece la pena dedicarle mucho tiempo con la cantidad de cosas bellas e interesantes que hay en la vida y que el Papa está llevando con una sublime inteligencia.

Me encanta la labor que lleva a cabo Antonio Moya. Es lo mejor que yo he visto en crítica al Opus, porque usa contra ellos el arma más devastadora que puede usarse contra una madriguera sectaria rebosante de mentiras... EL SENTIDO COMÚN. Solo me duele la pobre gente herida... pero Dios sabrá cómo sanarlos.

Orange

El Opus Dei sometió a servidumbre y explotación a 43 mujeres. Y el diario La Nación publica una nota en la que pide “escucha” y “sanación” para las 43 mujeres que fueron víctimas de abusos de poder y consciencia por parte del Opus Dei.

Mónica Macha*

* Mónica Fernanda Macha es una política y psicóloga argentina perteneciente al partido Nuevo Encuentro. Actualmente se desempeña como diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, tras haber sido elegida en las elecciones legislativas de 2017, en las cuales participó a través de la lista Unidad Ciudadana.

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OPUS DEI: UN PODER EN LA SOMBRA
Un ejército de fieles con la misión de parecer hombres y mujeres comunes

Por Paula Bistagnino

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OPUS DEI: UN PODER EN LA SOMBRA
La maquinaria para crear una élite gobernante

Por Paula Bistagnino

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La palabra “secta” suele evoca en nuestras mentes la imagen de personas vestidas con togas negras celebrando ritos extraños y peligrosos. Si bien puede que exista alguna secta, lo cierto es que son pocas las que se ajustan a este estereotipo.

Existen muy diferentes tipos de sectas. Algunas son sectas religiosas, como los testigos de jehová, mormones, algunas iglesias evangelistas, carismáticas, anabaptistas, otras de raigambre budista, o orientalistas. Existen las sectas ocultistas, más esotéricas, como los masones la santería, o aquellas que prometen enseñar magia o habilidades y conocimientos extraordinarios. Pero existen también sectas comerciales, como una conocida marca que vende batidos dietéticos o también sectas políticos-filosóficas, como Nueva Acrópolis, por ejemplo; no es infrecuente que algunos grupos políticos, ideológicos o terrorista puedan desarrollar un funcionamiento sectario...

Pedir perdón. Es algo relativamente simple. Solo hay que desearlo. Inclusive ni siquiera hay que sentirlo. Alcanza con expresarlo. Además, es de buena persona reconocer errores que causaron daño a otros y pedirles, simplemente, perdón. Es algo cristiano. El sacramento de la Confesión es eso: pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido con nuestras malas acciones u olvidos. Para eso normalmente se hace un “examen” previo – así lo enseñaban en el Opus Dei – para "descubrir" (como si uno no lo supiera) esas ofensas y pedir, nuevamente perdón.

Pedir perdón incluye la intención de mejorar, de no querer repetir lo que se hizo mal y de poner algún medio para evitar que eso que ofendió vuelva a suceder. Y si sucede, se pide perdón nuevamente. No es vergonzoso pedir perdón. Por el contrario, es un acto de reconocimiento y de valentía. Se pide perdón por cosas objetivas que uno hizo que lastimó a otros. Se pide perdón por lo que uno hizo, no por lo que el otro sintió. Lo que los demás sienten por nuestras acciones, es algo imposible de medir. Pero si uno sabe que hizo algo mal, aunque la persona ofendida ni se haya enterado de la ofensa, igual pide perdón. Por eso pedir perdón por “si ofendí a alguien” o “si alguien se sintió ofendido con tal acción” no es reconocer un error, sino simplemente poner el error no en la conducta propia, sino en la susceptibilidad del ofendido. Los soberbios y los cobardes nunca piden perdón, ya que creen que nunca se equivocan y si lo hacen tienen miedo de reconocerlo.

Y aquí es donde el Opus Dei demuestra toda su soberbia y cobardía. Ellos creen que no se equivocan. Saben que sí, pero tienen miedo de reconocerlo. No piden perdón a pesar de haber abusado objetivamente de miles de personas - baste ver los videos de las 43-.

Arman comisiones para investigar si cometieron errores, como si no lo supieran. No reconocen el daño que causaron. No reparan. No hacen algo tan sencillo y cristiano como pedir perdón. Un perdón real. No un perdón que dependa de la “sensibilidad” del ofendido, sino de la objetiva conducta dañina del ofensor. ¿No sería mucho mejor para el Opus Dei reconocer sus errores institucionales, pedir sincero perdón y reparar? ¿No es eso mas cristiano? Quien no reconoce sus errores, difícilmente pueda mejorar. Quizás, simple y sencillamente es eso lo que le pasa al Opus Dei. Raro (¿raro?) que nadie de los de “adentro” lo haya pensado: reconocer errores y pedir perdón. No es tan difícil.

El pedir perdón libera y nos hace mejores. Mas humanos, más valientes y más parecidos a Jesús. Casi nada. Recomiendo al Opus Dei que lo intente. No se van a arrepentir de eso.

NoEntiendenNada