CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL
OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau
EXAMEN
Punto 235. Examen. -Labor diaria. -Contabilidad
que no descuida nunca quien lleva un negocio. ¿Y hay
negocio que valga más que el negocio de la vida eterna?
Contrapunto. Quien anda revisando minucias, hace tal
vez piezas de artesanía. Pero en nuestro mundo la artesanía
no cuenta ya mucho. Hoy se hacen planes quinquenales, hay
dos terceras partes de personas que pasan hambre, millones
de hombres sin cultura, etc., y todo esto no necesita examen
de detalles. Las cifras son demasiado grandes como para perder
d tiempo en pequeñas contabilidades. Hay que revisar
la actitud general más que los pequeños fallos
en la marcha. Hoy la vida eterna ya no es un negocio. Si no
te pierdes como todo el mundo, no te salvarás. Lo dijo
Cristo.
Punto 236. A la hora del examen ve prevenido contra
el demonio mudo.
Contrapunto. Este dichoso demonio mudo, ¿no
querrá decir que el examen particular es un callejón
sin muchas salidas?
Punto 237. Examínate: despacio, con valentía.
-¿No es cierto que tu mal humor y tu tristeza inmotivados
-inmotivados, aparentemente- proceden de tu falta de decisión
para romper los lazos sutiles, pero "concretos",
que te tendió -arteramente, con paliativos- tu concupiscencia?
Contrapunto. Examina si tu mal humor y tu tristeza
inmotivados no son fruto de no saber dónde estás
situado históricamente. Quien está como un hueso
mal encajado en el cuerpo social, presionando en sentido contrario,
acaba por ser víctima de las concupiscencias más
primarias. No es tanto la carne la que ahoga al espíritu
como la falta de espíritu y de orientación lo
que empuja a la carne.
Punto 238. El examen general parece defensa. -El
particular, ataque. -El primero es la armadura. El segundo,
espada toledana.
Contrapunto. Lo que se entiende por examen general
no es, ni más ni menos, que un examen personal, cosa
que es hoy harto particular. Y visto el condicionamiento sociopolítico,
tal examen ni ataca ni se defiende.
Punto 239. Una mirada al pasado. Y... ¿lamentarte?
No: que es estéril. -Aprender: que es fecundo.
Contrapunto. Hemos resuelto tan de mala manera nuestro
pasado histórico, que no hace más que confundirnos.
Mira hacia atrás y... laméntalo. Si lamentas
debidamente el pasado, no podrás continuar testarudamente
en el mismo pecado y en el mismo error.
Punto 240. Pide luces. -Insiste: hasta dar con
la raíz para aplicarle esa arma de combate que es el
examen particular.
Contrapunto. Preocúpate, pregunta y lee hasta
descubrir que hay un tipo de hombre que supera de lejos el
que se conforma con el examen particular: el que se esfuerza
por abrir amplios caminos, por los que todos los hombres,
sin exclusivismos ni privilegios, puedan ir hacia Dios. Importa
más el camino que los pequeños tropezones.
Punto 241. Con el examen particular has
de ir derechamente a adquirir una virtud determinada o a arrancar
el defecto que te domina.
Contrapunto. El examen particular no es un dogma, ni siquiera
doctrina católica. Es sólo un instrumento.
Ha habido muchos santos y hay cristianos excelentes que no
lo han practicado jamás, y no obstante, se han arrancado
defectos dominantes y han adquirido virtudes determinadas.
Punto 242. "Lo que debo a Dios, por cristiano:
mi falta de correspondencia, ante esa deuda, me ha hecho llorar
de dolor: de dolor de Amor. "Mea culpa!"" -Bueno
es que vayas reconociendo tus deudas: pero no olvides cómo
se pagan: con lágrimas... y con obras.
Contrapunto. No eres ya un crío y no voy a
engañarte. Hay defectos que posiblemente no te los
quitarás nunca de encima. Esfuérzate con toda
tu alma por disminuidos y llóralos de vez en cuando.
Es todo lo que puedes y debes hacer. Hacer algo directamente
en contra... se te hará imposible. Pero Cristo conoce
estas situaciones y las valora. ¿No es un buen alivio?
Punto 243. "Qui fidelis est in minimo et in
majori fidelis est" -quien es fiel en lo poco también
lo es en lo mucho. -Son palabras de San Lucas que te señalan
-haz examen- la raíz de tus descaminos.
Contrapunto. A menudo los que practican las pequeñas
caridades son incapaces de hacer justicia. Busca el Reino
de Dios y su Justicia, y lo demás -las cosas pequeñas-
vendrá por añadidura.
Punto 244. Reacciona. -Oye lo que te dice el Espíritu
Santo: "Si inimicus meus maledixisset mihi, sustinuissem
utique" -si mi enemigo me ofende, no es extraño,
y es más tolerable. Pero, tú... "tu vero
homo unanimis, dux meus, et notus meus, qui simul mecum dulces
capiebas cibos" - tú, mi amigo, mi apóstol,
que te asientas a mi mesa y comes conmigo dulces manjares!
Contrapunto. No creas mucho en esas divisiones simplistas
de los hombres en buenos y malos como en las películas
del Oeste. Y sobre todo no seas tan ingenuo de creer que eres
del grupito de los buenos o de los escogidos. Eres un pobre
diablo como todo hijo de vecino, que has necesitado que Cristo
te salvase. "Ha hecho más bien a la Iglesia la
Revolución francesa que el Concilio Vaticano I",
se ha llegado a decir. ¡Para que te enteres!
Punto 245. En días de retiro tu examen debe
tener más hondura y más extensión que
el tiempo habitual nocturno. -Si no, pierdes una gran ocasión
de rectificar.
Contrapunto. Profundizamos mucho más, sumergidos
en las realidades y en las situaciones conflictivas de cada
día, que en un día de retiro, alejados cómodamente
de lo que la vida nos pone entre manos.
Punto 246. Acaba siempre tu examen con un acto
de Amor -dolor de Amor-: por ti, por todos los pecados de
los hombres... -Y considera el cuidado paternal de Dios, que
te quitó los obstáculos para que no tropezases.
Contrapunto. Cuando termines tu revisión o
tu examen, detente; no añadas en balde cosas que no
tienen nada que ver, con lo que te habías propuesto,
aunque sean tan estupendas como un acto de amor. y piensa
que Dios, paternal y solícito, no se entretiene en
quitarte del medio los obstáculos para que no tropieces,
sino más bien en fortalecer tu voluntad para superados.
Arriba
Anterior -
Siguiente
Volver
a Libros silenciados
Ir a la página
principal
|