CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL
OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau
FORMACIÓN
Punto 360. Cómo te reías, noblemente,
cuando te aconsejé que pusieras tus años mozos
bajo la protección de San Rafael!: para que te lleve
a un matrimonio santo, como al joven Tobías, con una
mujer buena y guapa y rica -te dije, bromista. Y luego, qué
pensativo te quedaste!, cuando seguí aconsejándote
que te pusieras también bajo el patrocinio de aquel
apóstol adolescente, Juan: por si el Señor te
pedía más.
Contrapunto. No vayas a pensar que Cristo te pide
a ti más que a nosotros. Cristo pide todo a todos.
Nos pide la santidad, y ésta no es exclusiva ni monopolio
de célibes ni de casados, de jóvenes o de viejos.
¿No crees que sería muy triste que la vocación
al matrimonio -todo un sacramento- imposibilitara la santidad
o le creara obstáculos? ¿Pedir menos? ¿
Cómo hay todavía imbéciles que puedan
pensar hoy estas cosas?
Punto 361. Para ti, que te quejas interiormente,
porque te tratan con dureza, y sientes el contraste de ese
rigor con la conducta de los de tu sangre, copio estos párrafos
de la carta de un alférez médico: "Ante
el enfermo, cabe la actitud fría y calculadora, pero
objetiva y útil para el paciente, del profesional honrado.
Y la ñoñería llorona de la familia. -¿Qué
sería de un puesto de socorro, durante un combate,
cuando va llegando el chorreo de heridos que se acumulan porque
la evacuación no es lo suficientemente rápida,
si junto a cada camilla hubiese una familia? Como para pasarse
al enemigo".
Contrapunto. El rigor y la dureza no son una buena
manera de formar. La fuerza sólo puede emplearse cuando
faltan recursos mejores. Si ahora te fastidia que te traten
así, procura no caer en la misma trampa un día.
Para esto, prepárate con los mejores recursos. La formación
es un movimiento que brota espontáneamente desde dentro.
No es una presión exterior.
Punto 362. No necesito milagros: me sobra con los
que hay en la Escritura. -En cambio, me hace falta tu cumplimiento
del deber, tu correspondencia a la gracia.
Contrapunto. El mundo necesita milagros: las audacias
de la Fe. Hoy muchos cristianos no creen más que en
el bienestar, la riqueza, el poder, los espectáculos,
la publicidad. Y esto no es creer sino calcular. Esto no es
esperar sino medir. Esto no es amar sino interesarse. Esto
no es creer, esperar y amar a Dios y sus obras. Esto es mandado
todo al cuerno a la vez.
Punto 363. Desilusionado. -Vienes alicaído.
Los hombres te acaban de dar una lección! -Creían
que no los necesitabas, y rezumaban ofrecimientos. La posibilidad
de que tuvieran que ayudarte económicamente -unas pesetillas
miserables- convirtió la amistad en indiferencia. -Confía
sólo en Dios y en quienes, por El, están unidos
a ti.
Contrapunto. ¿De qué vienen cargados
estos ojos y esta cara radiante? Has recibido una inyección
de entusiasmo, tú, hombre de paso seguro y de color
mate. ¿ Te pensabas que esto de creer y de esperar
no podía traducirse en vitalidad y entusiasmo? Mira
por dónde unos muchachos sin dineros ni comodidades
te han contagiado su vitalidad. El amor a Cristo y a los hombres
produce estos resultados. No sueltes ninguno de los dos cabos.
Punto 364. Ah, si te propusieras servir a Dios
"seriamente", con el mismo empeño que pones
en servir tu ambición, tus vanidades, tu sensualidad!...
Contrapunto. Tus intereses y los de Dios no están
reñidos, muy al contrario. Te realizarás como
hombre si te pones a servir la voluntad de Dios. Servirás
a Dios si te dedicas a edificar al hombre que hay en ti en
germen, y a la sociedad que te acoge.
Punto 365. Si sientes impulsos de ser caudillo,
tu aspiración será: con tus hermanos, el último;
con los demás, el primero.
Contrapunto. Impulsos. Tus impulsos de acaudillar
son cosa tuya y de nadie más. No les hagas caso. Es
sólo una impresión vanidosa y extravagante.
Los otros han de decidir, en todo caso, que tú los
representes. Esto de acaudillar está perdiendo muchos
enteros. La autoridad es un servicio, no una fuerza. Ya lo
dijo Cristo.
Punto 366. Vamos a ver, ¿qué injuria
se te hace a ti porque aquél o el otro tengan más
confianza con determinadas personas, a quienes conocieron
antes o por quienes sienten más afinidades de simpatía,
de profesión, de carácter? -Sin embargo, entre
los tuyos, evita cuidadosamente aun la apariencia de una amistad
particular.
Contrapunto. Tú sabes -lo has experimentado
en tu interior- que existe una confianza entre determinadas
personas que cierran la puerta a otras. Se justifican por
motivos de afinidad de carácter, de amistad, de profesión,
etc., pero en el fondo se encubre la vanidad de poder tener
el control de una situación y no dejada escapar de
las manos. Se aman más a ellos mismos que a aquello
que sirven, y este hecho descalifica de raíz todo su
servicio. Pero este taque de atención no excluye la
conveniencia de tener unos amigos en los que poder vaciar
toda la vida, hasta agotada. Cristo también los tuvo.
Punto 367. El manjar más delicado y selecto,
si lo come un cerdo (que así se llama, sin perdón)
se convierte, a lo más, en carne de cerdo! Seamos ángeles,
para dignificar las ideas, al asimilarlas. -Cuando menos,
seamos hombres: para convertir los alimentos, siquiera, en
músculos nobles y bellos, o quizá en cerebro
potente... capaz de entender y adorar a Dios. Pero... no seamos
bestias, como tantos y tantos!
Contrapunto. ¡Y dale que te pego con querer
hacer de los hombres ángeles! Todos los hombres somos
culpables. ¿Por qué querer perder de vista esta
realidad? ¿No tenemos ya bastante con haber sido liberados
por Cristo y ser hijos de Dios? ¿Te crees que los hombres
que son "bestias" están menos salvados que
tú? ¡Ah!, ojalá que muchos de ellos estuvieran
alimentados y tratados como muchos cerdos.
Punto 368. ¿Te aburres? -Es que tienes los
sentidos despiertos y el alma dormida.
Contrapunto. ¿Te aburres como una ostra? Está
visto que vives al margen de la vida de los hombres.
Punto 369. La caridad de Jesucristo te llevará
a muchas concesiones... nobilísimas. -Y la caridad
de Jesucristo te llevará a muchas intransigencias...,
nobilísimas también.
Contrapunto. Confesión suena a derrota, a degradación
moral. No vayas a creer que haces una confesión cuando
respondes virilmente a una provocación o a una injuria.
El mensaje de Cristo no impone concesiones sino honradez.
Respetar ya es otra cosa.
Punto 370. Si no eres malo, y lo pareces, eres
tonto. -Y esa tontería -piedra de escándalo-
es peor que la maldad.
Contrapunto. Si lo que haces es bueno y la gente te
tiene por eso por mala persona, no te preocupes demasiado.
Es gente contrahecha por su educación de formas farisaicas,
o quizá gente muy primaria. Los que se empeñan
en detener tu marcha son unos pobres diablos. ¿No fue
Cristo tenido por un mal bicho, digno de la muerte más
atroz? El escándalo fue una de las armas de Cristo.
Punto 371. Cuando bullen, "haciendo cabeza"
de manifestaciones exteriores de religiosidad, gentes profesionalmente
mal conceptuadas, de seguro que sentís ganas de decirles
al oído: Por favor, tengan la bondad de ser menos católicos!
Contrapunto. Haz el favor de no juzgar a nadie como
mal católico porque sea un mediocre profesionalmente.
¿ Quién ha dicho que ser católico es
ser un hombre competente? ¿Es que no somos todos limitados,
además de culpables?
Punto 372. Si tienes un puesto oficial, tienes
también unos derechos, que nacen del ejercicio de ese
cargo, y unos deberes. -Te apartas de tu camino de apóstol,
si, con ocasión -o con excusa- de una obra de celo,
dejas incumplidos los deberes del cargo. Porque me perderás
el prestigio profesional, que es precisamente tu "anzuelo
de pescador de hombres".
Contrapunto. El que tengas un cargo oficial no quiere
decir que hayas de desentenderte de los problemas concretos
al margen de tu trabajo. Precisamente las cosas oficiales
tienen el inconveniente de dejar fuera de sus esquemas más
de la mitad de las cosas que pretenden poner en marcha. No
vayas a ser esclavo de tu cargo.
Punto 373. Me gusta tu lema de apóstol:
"Trabajar sin descanso".
Contrapunto. El que sólo trabaja sin descanso
es un mulo, que no un apóstol. Es necesario saber controlar
el trabajo y mirado a distancia.
Punto 374. ¿Por qué esa precipitación?
-No me digas que es actividad: es atolondramiento.
Contrapunto. Las precipitaciones son normales en un momento
dado. La vida no puede reglamentarse. De repente -como la
desembocadura de un afluente- el curso normal pierde su ritmo.
El que no tiene conciencia de esto está en la Luna.
Punto 375. Disipación. -Dejas que se abreven
tus sentidos y potencias en cualquier charca. -Así
andas tú luego: sin fijeza, esparcida la atención,
dormida la voluntad y despierta la concupiscencia. -Vuelve
con seriedad a sujetarte a un plan, que te haga llevar vida
de cristiano, o nunca harás nada de provecho.
Contrapunto. Disípate de vez en cuando. ¡Hay
tantas personas que han perdido de vista el mundo a consecuencia
de sus planes rutinarios! No conocen ni al vecino de enfrente.
Y es que tienen un plan de vida que no les deja ver más
allá de sus narices.
Punto 376. "Influye tanto el ambiente!",
me has dicho. -Y hube de contestar: sin duda. Por eso es menester
que sea tal vuestra formación, que llevéis,
con naturalidad, vuestro propio ambiente, para dar "vuestro
tono" a la sociedad con la que conviváis. -Y,
entonces, si has cogido este espíritu, estoy seguro
de que me dirás con el pasmo de los primeros discípulos
al contemplar las primicias de los milagros que se obraban
por sus manos en nombre de Cristo: " Influimos tanto
en el ambiente!"
Contrapunto. Hemos de dejamos influir por el ambiente.
Si de alguna manera no nos integramos, quedaremos separados
de los hombres. Precisamente ciertos apóstoles de hoy
suelen ser, al revés de Cristo, personajes fuera de
su ambiente. Y piensan, los tontos de ellos, que su "perfección"
lograda en un invernadero va a hacer el milagro de salvar
a los hombres. Lo único que consiguen es perder la
solidaridad con los demás. La acción a distancia
es imposible.
Punto 377. Y ¿cómo adquiriré
"nuestra formación", y cómo conservaré
"nuestro espíritu"? -Cumpliéndome
las normas concretas que tu Director te entregó y te
explicó y te hizo amar: cúmplelas y serás
apóstol.
Contrapunto. Preguntas cómo se adquiere "nuestra
formación": intentando no perder tu libertad de
conciencia y siendo fiel a ella antes que nada. El "director"
no es ni mucho menos infalible; es una pobre persona como
tú que tiene también que vérselas y deseárselas
para seguir siendo fiel. No le pidas más de lo que
puede darte. Nunca sus palabras podrán hacer callar
tu conciencia, sino sólo serenada. Sería mucho
mejor que hicieran de "director" todas las personas
con las que tratas un poco íntimamente.
Punto 378. No seas pesimista. -¿No sabes
que todo cuanto sucede o puede suceder es para bien? -Tu optimismo
será necesaria consecuencia de tu Fe.
Contrapunto. No hagas mucho caso a los optimistas.
Hay cosas que no tienen remedio. Así de triste es la
vida. No obstante, la aceptación de las realidades
sangrantes puede ser como un asunto acabado. Te abre nuevos
horizontes liberadores. La Fe sólo nos enseña
en este caso que los desastres no son definitivos.
Punto 379. Naturalidad. -Que vuestra vida de caballeros
cristianos, de mujeres cristianas -vuestra sal y vuestra luz-
fluya espontáneamente, sin rarezas, ni ñoñerías:
llevad siempre con vosotros nuestro espíritu de sencillez.
Contrapunto. Naturalidad. Ésta es una palabra
que no cuadra bien al hombre de fe. Precisamente el desconcierto
es la nota característica del creyente, visto por un
hombre naturalista o racionalista simplemente. Cristo fue
un hombre desconcertante. ¡Y de qué manera!
Punto 380. "Y ¿en un ambiente paganizado
o pagano, al chocar este ambiente con mi vida, no parecerá
postiza mi naturalidad?", me preguntas. -Y te contesto:
Chocará sin duda, la vida tuya con la de ellos, y ese
contraste, por confirmar con tus obras tu fe, es precisamente
la naturalidad que yo te pido.
Contrapunto. "Pero desconcertar a mis semejantes,
¿no es huir de ellos o desambientarme? Me dices y te
contesto: sólo puede haber desconcierto cuando se está
muy metido, formando una unidad ambiental, y de repente alguien
desafina. Quiero decir que el desconcierto exige estar dentro
del ambiente. Una cosa distinta es el simple contraste. Hay
aquí sólo suelen llegar muchos cristianos: al
contraste. A una mera yuxtaposición. Un puro contacto
de superficie. Ésta es nuestra tragedia, y no sólo
la nuestra.
Punto 381. No te importe si dicen que tienes espíritu
de cuerpo. ¿Qué quieren? ¿Un instrumento
delicuescente, que se haga pedazos a la hora de empuñarlo?
Contrapunto. Enfúndate, si te dicen que tienes
espíritu de cuerpo. Tienes que aprender a diluirte
y a ser de todos ¿No es así la levadura del
Evangelio?
Punto 382. Al regalarte aquella Historia de Jesús,
puse como dedicatoria: "Que busques a Cristo: Que encuentres
a Cristo: Que ames a Cristo".-Son tres etapas clarísimas.
¿Has intentado, por lo menos, vivir la primera?
Contrapunto. Quien busca a Cristo, es que ya lo encontró
y ya lo ama. Creo que alguien lo ha dicho. Todo es una sola
cosa. Cuando leas el Evangelio continúa buscándolo
y teniéndolo.
Punto 383. Si te ven flaquear... y eres jefe, no
es extraño que se quebrante la obediencia.
Contrapunto. Si te ven muy seguro en cosas que no
lo son, y eres de los que mandan, ¿ te sorprenderá
que no te obedezcan?
Punto 384. Confusionismo. -Supe que vacilaba la
rectitud de tu criterio. Y, para que me entendieras, te escribí:
el diablo tiene la cara muy fea, y, como sabe tanto, no se
expone a que le veamos los cuernos. No va de frente. -Por
eso, cuántas veces viene con disfraz de nobleza y hasta
de espiritualidad!
Contrapunto. Confusionismo. Cuando vacila tu criterio
anterior es . que en tu concepción no estabas todo
lo integrado que debías. No te empeñes en mantenerte
puritanamente terco. y no te vayas tampoco al otro extremo.
Mantén la tensión. De otro modo se falsearía.
Punto 385. Dice el Señor: "Un mandato
nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. En
esto conocerán que sois mis discípulos".-Y
San Pablo: "Llevad unos la carga de los otros, y así
cumpliréis la ley de Cristo".-Yo no te digo nada.
Contrapunto. Dice el Señor: "Un mandamiento
nuevo os doy: que os améis los unos a los otros corno
yo os he amado. En esto conoceré que sois mis discípulos".
y o quiero subrayarte el "corno yo os he amado".
Es que hay quien lo olvida. y entonces ama corno le viene
en gana.
Punto 386. No olvides, hijo, que para ti en la
tierra sólo hay un mal, que habrás de temer,
y evitar con la gracia divina: el pecado.
Contrapunto. Pecar es hasta cierto punto normal. Por
alguna razón muy profunda debió de venir Cristo
a salvar a todos los hombres. Más que el pecado, hay
que evitar el engaño de sí mismo.
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